Llevar en tu regazo es un placer, y con la ayuda de un portabebés bien ajustado, se vuelve aún mejor. Uno de los modelos más conocidos es el cabestrillo y con nuestros consejos te garantizamos: ¡será un éxito!

El arnés es un portabebés compacto, de unos 2 metros de tela con un par de aros cosidos en un extremo. Se puede utilizar tanto con recién nacidos como con niños mayores, ya que se amolda perfectamente al cuerpo del bebé. Y el primer consejo es para el momento de la compra: prefiera productos con anillas en aluminio anodizado o nylon inyectado, sin costuras ni ranuras. Así garantizas la integridad del tejido y la seguridad al cargar a tu bebé.

El segundo consejo para el cabestrillo anular está en la posición del bebé. Independientemente de la edad, la recomendación es: bebé erguido, con los pies fuera de la tela, piernas en M, lomo redondeado y tela bien ajustada en todo el ancho. El asiento profundo es uno de los grandes facilitadores del cabestrillo: bien ajustado, mantiene al bebé en una posición ergonómica y hace que transportarlo sea aún más cómodo.

Los bebés recién nacidos deben colocarse bien frente al adulto, para no forzar la apertura de las piernas. A medida que se desarrollan, puedes lateralizar el amarre, e incluso poner al niño que ya camina con una pierna delante y la otra en tu espalda, abrazándote.

El último consejo es incluso antes de colocar al bebé. ¡Tómate tu tiempo para entrenar y encargarte de la organización de la tela en los anillos! Esto facilitará el tiempo de ajuste del portabebés, asegurando la practicidad de este cargador tan especial.

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